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La Escuela de Ciclismo Municipal de Villa Santa Rosa recorrió más de 80 km en una nueva aventura

Pedalearon desde Tanti hacía Taninga ida y vuelta en una experiencia única

Hace ya tiempo que la Escuela de Ciclismo de la Municipalidad de Villa Santa Rosa emprende pequeñas aventuras. Los ciclistas agarran su bicicleta, su casco, algún refrigerio y agarran camino pedaleando firme.

Este pasado fin de semana realizaron una nueva travesía, recorriendo nuevos caminos de nuestra provincia hacia Taninga. Para aprovechar el día, los ciclistas arrancaron bien tempranito a las 6 de la mañana, fueron un total 17 personas con 6 bicis y distribuídos en 5 vehículos.

El primer tramo fue directo hasta Tanti, que por supuesto hicieron en auto, lugar al que llegaron dos horas después de su ansiada largada en Villa Santa Rosa. Allí los esperaba un guía en casa de los Franzoi, una familia de ciclistas que les abrió sus puertas para que pudieran prepararse para la aventura.

De acuerdo a lo que cuenta Maricel Baigorria, profesora de la Escuela, ahí mismo se dispusieron a armar bicis, cargar agua y preparar algunos refrigerios para llevar en los bolsillos como barritas de cereal, frutos secos y caramelos. Esto fue así ya que los alimentos más importantes, la fruta y una gran cantidad de agua, iban cargados en la camioneta de auxilio que las acompañó todo el trayecto.

La partida oficial fue a las 09.30 y, en palabras de Maricel, el recorrido estuvo bastante áspero. El grupo debió pedalear lo más alto del recorrido en el primer tramo de la travesía y algunos sintieron el cansancio de forma rápida. Sin embargo, “con la contención y apoyo del grupo siguieron pedaleando”.

“Comenzó la pedaleada a subir hacia lo más alto que nos tocaba del recorrido, a 1900 del nivel del mar. Fueron trepadas duras, con mucha piedra de 42 km sin parar” explicó al respecto la entrenadora

Horas después el grupo hizo una parada necesaria para almorzar, refrescarse y por supuesto recargar energías para continuar el viaje. Ya con el acompañamiento de dos guías, uno en moto y otro en la camioneta de auxilio, continuaro hacia la Aguada, un camino que les trajo un poco de alivio entre tanta subida.

Puede ser una imagen de 5 personas, personas de pie, bicicleta y al aire libre

Con la tormenta soplándoles la nuca, las ciclistas pusieron primera y apuraron el último tramo. Lo cierto es que el cúmulo de los kilometros ya pedaleados hicieron que las subidas finales fueran un poco más díficiles. No obstante, el grupo no bajó los brazos y lo dio todo hasta el final.

Para disfrutar el día y descansar un poco, llegaron empapadas a un complejo que habían alquilado para pasar la noche. Al día siguiente, la aventura continuó puesto que todavía debían pedalear el regreso desde Taninga hasta Tanti. El regreso consistió de un total de 82 kilometros de los cuales, los primeros 25 “fueron durísimos pero después ya eran más bajadas que subidas”.

“Llegamos a destino final con una alegría inmensa y ahí más conscientes de lo que habían hecho, lo que habían sido capaces de lograr, que el sufrimiento se convierte en felicidad absoluta”

Luego de semejante hazaña, el grupo disfrutó de una comida, cargó sus bicicletas y regresó al suelo santarroseño “totalmente satisfechos por semejante desafío”. Maricel dejó en claro que, si bien hay mucho más por lograr, “vamos a pasos lentos pero firmes”.

Puede ser una imagen de 9 personas, personas de pie, personas montando en bicicleta, bicicleta y al aire libre

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