Luego de tanta espera, finalmente arrancó el Campeonato Complementario de la Liga Regional. Si bien el sábado 21 y domingo 22, las Zonas Norte, Oeste y Noroeste ya habían tenido su regreso al torneo, este pasado fin de semana el resto de las Zonas se sumaron al campeonato y empezó realmente lo bueno.
A pesar de que la espera se hizo un poco larga, valió la pena puesto que el regreso a las canchas fue lleno de emociones. Para empezar, lo más importante del fin de semana fue el regreso de uno de los grandes clásicos.
Luego de cinco años, por la Zona Oeste , Bernardino Rivadavia visitó al club Manuel Belgrano en Río Primero y los hinchas volvieron a disfrutar del clásico. La última vez que los equipos rioprimerenses se enfrentaron fue en 2016, cuando ambos estaban en Primera División A, por lo que reencontrarse en el medio de una pandemia es simplemente una locura.
Las 250 entradas habilitadas se agotaron rápidamente, tal era la emoción de volver a disfrutar de un clásico que cerca del mediodía una cola de un cuadra colmaba los alrededores del club Belgrano a fines de conseguir aunque sea una reventa. Por su parte, Rivadavia contó con unos 70 hinchas que pudieron disfrutar del partido desde adentro.
Quienes tuvieron la suerte de presenciar el encuentro cara a cara lo describen directamente como “una fiesta” con una gran organización por parte de la gente de Belgrano. Lo cierto es que volver a competir ya de por sí genera una revolución de sensaciones, pero hacerlo frente a tu clásico es algo de otro mundo.
En lo que respecta al partido en sí, Rivadavia fue claramente superior en esta primera fecha y dominó el partido desde el principio hasta el final. Presionando en los lugares adecuados y neutralizando las líneas de Belgrano, el equipo local casi que no tuvo oportunidades y el arquero Luciano Díaz no tuvo trabajo en el arco de Rivadavia.
El encuentro terminó 3 a 0 y el primer gol vino de la mano del 10 Nicolás Smit, quien se comió la cancha todo el partido, a los 10 del segundo tiempo. El tanto llegó después de que Perez, portero de Manuel Belgrano, había atajado unas cuatro situaciones claras pero Rivadavia iba por más: el balón se le escapa y el visitante anotó su primer gol.
Las emociones no culminaron ahí, porque tan solo minutos después Coronel marcó el segundo tanto para alargar el marcador ante Belgrano. Para cerrar una jornada impecable, el tercer gol vino de la mano del histórico Ariel Cartucho Barrionuevo, quien selló la tarde cuando el tiempo marcaba los 32 minutos de juego. Con un festejo puramente Rojo, Rivadavia ganó, gustó y goleó.
