Además de los clásicos deportes o las clases de gimnasia, también existen otras variedades de ejercicios a la hora de elegir algún tipo de actividad física para los chicos. Lo cierto es que la modalidad virtual generó la necesidad de salir un poco más y poner el cuerpo en movimiento, es así que los clubes han ampliado la gama de actividades puesta a disposición de los más pequeños.
Dentro de las instalaciones de Sociedad Cultural en La Para, Agustina Ramirez no solo se encarga de las clases de zumba sino que además se encuentra al frente de las clases de ritmo para niños. Dos días a la semana, miércoles y viernes, las clases están divididas en dos grupos: los más chicos desde los 3 años hasta los 6, que van de 18 a 19 hs, y las nenas más grandes con un horario de 19 a 20.
En palabras de la profesora Ramirez, con los más pequeños las clases son una combinación de baile y juego puesto que “toda una hora de baile es cansador para los chicos, que todo el tiempo quieren jugar”. De esta forma, realizan una entrada en calor con algún juego y después comienza el baile, donde más allá de los ritmos latinos trabajan mucho el reggaeton ya que “es lo que más les gusta” a los pequeños.
“Buscamos algo donde ellos tengan que bailar pero jugando”
Con las nenas más grandes la dinámica cambia y se centra puramente en el baile: allí realizan una entrada en calor bien aeróbica y se dedican al armado de coreografías. De acuerdo a la profesora, el objetivo es que ellas aprendan a bailar, que “se saquen la vergüenza” y puedan hacerlo sin tener a alguien al frente que las esté guiando.
“La finalidad del proyecto es que los niños aprendan a reconocer e interpretar los diferentes ritmos latinos, que tengan los conocimientos básicos para cada uno de esos ritmos y también que aprendan a crear sus propias coreografías”
De acuerdo a los grupos, las clases son bastante diferentes y versátiles, adaptándose a la necesidad de cada grupo. Con los más chicos, Ramirez busca llegar al ritmo a través del juego, mientras que con las más grandes el baile se posiciona como el punto más importante en la clase y a veces hasta realizan improvisaciones donde las pequeñas bailarinas deben crear sus propias coreografías.
