Durante el año pasado el deporte, como sabemos, se vio fuertemente afectada en la región pero sobretodo en La Puerta, donde fue recién a principios de diciembre cuando las actividades que ofrece el Municipio comenzaron a florecer una vez más.
Particularmente, eso es exactamente lo que ocurrió con la Escuela Municipal de Fútbol, que se vio obligada a frenar sus clases y fue recién para la semana del 14 de diciembre cuando tras un encuentro entre Jorge Marinelli, entrenador de la Escuelita, y Fernando Brasca, intendente de la localidad, se tomó la decisión de continuar con las actividades.
Con muy poco chicos, puesto que el retorno a las practicas se dio más bien como una puesta a prueba, ese mismo día cuando los pequeños futbolistas volvieron a los entrenamientos: “Arrancamos con la Sub 10, Sub 12 y Sub 15, con los protocolos necesarios que había que tener” explicó el entrenador.
De esta manera, y ya con el resto de los chicos incorporados a los entrenamientos, poco a poco fueron retomando el ritmo prepandemia. Ahora la Escuela funciona semanalmente de forma normal: los lunes las clases están dedicadas para la categoría Promocional, que tiene alrededor de 20 alumnos; los miércoles son para los niños de la Pre-Infantil con una cantidad de alumnos similar a la categoría anterior; los días viernes están destinados a la Infantil.
En palabras de Marinelli, en cada práctica se establecen distintas estaciones de juego, es decir que dividen a todos los jugadores en grupos de 5 que se establecen en cada esquina de la cancha, evitando de esta forma el contacto entre ellos. Con más o menos 80 alumnos y una cancha de fútbol 11, cada categoría asiste a las prácticas en días diferentes pero la modalidad de entrenamiento es similar con el fin de preservar las distancias.
“Los chicos son espectaculares en la forma de trabajo porque les explicamos la modalidad de trabajo y los protocolos, y todos cumplen”
Con la finalidad de cuidarse entre todos, el entrenador mantuvo una charla con sus jugadores y no solo explicó los protocolos a tener en cuenta, sino que también les dejó en claro que, de no cumplir con las medidas predispuestas no podrían continuar participando de las prácticas: “El alumno que no siguiera las reglas del juego, lamentablemente no podía seguir entrenando”.
Así mismo, el entrenador también estableció que aquellos que no se adapten a los protocolos tienen una semana de suspensión. Sin embargo, con las inmensas ganas de seguir jugando los chicos cumplen los protocolos y los entrenamientos se mantienen de tal forma que sea seguro para todos asistir a la cancha.
“Es impresionante ver cómo se han adaptado a todo: entran a la cancha con su bolsito, cada uno lleva su agua, su barbijo puestoy se sanitizan” finalizó
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