

Durante el año pasado, debido a las restricciones que no permitían hacer una gran variedad de actividades en grupo, el ciclismo comenzó a agarrar vuelo en la región. Si bien es una disciplina que ya contaba con una considerable convocatoria, este último año cobró una relevancia importancia y la gran mayoría la practica.
Hace alrededor de tres años que Diego Scianca, ciclista de la localidad de Brinkmann que viene pensando y planeando una travesía en bicicleta. Una de sus grandes añoranzas eran cruzar el río Paraná en balsa o ,en este caso a causa de la pandemia, en lancha y cruzar el tunel subfluvial en bicicleta.
En su momento, cuando comenzó a planificar el viaje, el ciclista calculaba una travesía de 10 días, pedaleando unos 100 kilométros por día. Sin embargo, en estos últimos tiempos comenzó a reunirse con un grupo de ciclistas y creció mucho en lo que respecta a cantidad de kilométros y velicidad. Fue entonces cuando empezó a barajar la posibilidad de hacer el viaje en menos tiempo.
Diego agarró su bicileta mountain bike, le puso un espejito que le permitiera mirar para atrás en los largos kilométros por recorrer y finalmente le añadió un portaequipajes “viejo de una bicicleta común”. Preparó una mochila con una bolsa de dormir, dos mudas de ropa, un toallón y lo que necesitaba para comer iba comprando por el camino.

Lo cierto es que esta aventura no fue poca cosa: viajó 997 kilómetros y estuvo planeándolo durante mucho tiempo, organizando qué rutas recorrer, haciendo contactos que le ofrecieran un lugar donde parar. Así mismo el brinkmanense hace ciclismo hace más o menos 6 años, aunque no es un deporte que tenga “muy presente”.
“Siempre me gustó un poquito de todo y es más o menos lo que vengo haciendo, siempre lo hice para mi y para compartirlo con los míos. En este caso, teniendo Facebook, se desparramó un poquito más la noticia” le explicó a Panorama Deportivo
Además de tener varios años practicando el deporte, Diego ama la aventura y hace rato que viene haciendo diversas hazañas relacionadas al tema: ha viajado como mochilero, ha hecho travesía en Piragua e incluso hizo algo de trekking de montaña. La única diferencia entre aquellas experiencias con esta es que, gracias a Facebook, esta travesía se hizo más viral.
Una experiencia única de principio a fin
La primera etapa de la travesía fue desde su pueblo natal hasta Reconquista y salió de su casa un sábado pasadas las 13 hs, con viento sur a favor. Diego pedaleó hasta la noche y finalmente acampó en Laguna La Verde. El ciclista conocía los trazados bastante bien y a pesar de encontrarse prontamente con todos caminos de tierra, la parte más inhóspita del recorrido, lo llevó bien.
El tirón más largo fue desde Esquina, localidad ubicada al sudoeste de Corrientes, hasta el cruce de la ruta 12 y 127. Su idea era directo hasta Cerrito en Entre Ríos y, aunque venía con buen ritmo, estaba cayendo la tarde por lo que se vio obligado a parar antes y dormir en una estación de servicio.
“Toda la gente con la que me fui cruzando me atendió muy bien”
Según el plan, desde allí fue hasta Paraná y si bien tenía unas increíbles ganas de cruzar el ya mencionado tunel con la bicicleta, su idea fue imposible y tuvo que hacer dedo durante 10 minutos, ya que tampoco podía hacerlo a pie. Su última noche fue en Esperanza y de acuerdo a Diego a pesar de que su cuerpo pedía un descanso, “alcanzó la nafta para volver a Brinkmann”.
Como ya mencionamos, cuando comenzó a organizar el viaje Diego calculó unos 10 días de aventura, sin embargo llegó a su casa un sábado también por lo que la travesía fueron alrededor de 7 días y medio. El recorrido más corto fue de 41 km, mientras que el más largo tuvo 182 km. La perseverancia y las ganas pudieron un poco más y así le sacó ventaja a la planificación inicial.
“La verdad que la experiencia fue increíble, no me quedan más que agradecimientos para todas las personas que me he cruzado y todos aquellos que me dieron una mano. También todas las personas que me apoyaban por medio de las redes”
