Durante el año pasado, el aislamiento generó para muchos clubes la posibilidad de llevar a cabo determinadas mejoras y remodelaciones. La inactividad en las instituciones dejó de ser vista como una imposibilidad y empezó a percibirse como la oportunidad de refaccionar, mejorar y construir lo que se convertiría en nuevos servicios y recursos para los socios y vecinos.
De esta forma, las entidades deportivas han acudido a sus socios para ayudar a recaudar fondos realizando ventas de pollos o campañas como “2 ladrillos por $100”, llevada a cabo por Sportivo Balnearia con el fin de que los hinchas, apasionados del deporte y allegados a la institución puedan aportar su granito de arena para que el club siga creciendo.
Es así que El Trébol de El Tío puso en marcha un plan bastante parecido. Desde la semana pasada el coordinador del club comenzó a entregarle a los pequeños deportistas de la institución cupones para la venta de helados. El objetivo principal es juntar fondos para los profesores del club, a la vez que trabajan en mejorar las instalaciones del club.
En estos meses han estado trabajando en la cancha y el resultado ha sido más que satistactorio tanto para los entrenadores y miembros del club, como para sus hinchas y deportistas. Además, y según cuenta Yuliana Bonetto, entrenadora de fútbol femenino de la entidad deportiva, han comprado muchísimos elementos para las diferentes disciplinas: chalecos, pelotas de todas clases que se adaptan a los distintos deportes, como pelotas de colores para la Escuelita a la que asisten niños desde los 2 años.
El club quiere seguir creciendo y ofrecerle lo mejor a sus socios, es por este motivo que además refaccionaron el bufet a la vez que construyeron un espacio para guardar tales elementos de forma segura: “Están avanzando en todo lo que es construcción también, así que juntan fondos para eso” explicó la entrenadora.
La iniciativa se basa en la venta de cupones que valen por 1 kg de helado artesanal más cuatro conos, con la elección de cuatro sabores máximo. El vale tiene un valor de $600 y el kilo de helado es entregado en las instalaciones del club de 11 a 12.30 hs.
De esta forma, todos los entrenadores y allegados al club participan de la venta pensando siempre en lo mejor para el club. Es así que Bonetto aprovecha su localía en La Francia para vender en los alrededores de la institución: “Como vivo a 18 kilometros, me pidieron si podía vender algunos helados y en un viaje ellos los traen”.
En el contexto pandemico que estamos atrevesando, los clubes se las ingenian para salir adelante, la colaboración de todos es fundamental para que las entidades deportivas continúen trabajando y brindando lo que más amamos: el deporte.