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De Monte Cristo a Avellaneda: Johana Barrera debutó en Independiente con gol incluido

La oriunda de Monte Cristo llegó al Rojo hace tres semanas y la semana pasada ya convirtió su primer gol

Hemos sido testigo de muchos casos de deportistas de nuestra región que son el claro ejemplo de que con esfuerzo todo se puede. Esfuerzo, perseverancia y un poco de ayuda también, son algunas de las cualidades que le permiten a estos soñadores cumplir su sueño.

Recientemente conocimos a Johana Barrera, futbolista y oriunda de Monte Cristo, quien ama jugar a la pelota desde pequeña. En sus propias palabras su historia con el fútbol “comenzó de muy chiquita“, como suele suceder Johana jugaba con varones en los clubes de Monte Cristo y no obstante por un tiempo debió alejarse de lo que tanto amaba porque su club entraría en la Liga Cordobesa y ahí “no permitían que las nenas jueguen con los varones”.

Sin poder competir, Johana no bajó los brazos y siguió jugando por pasión, fue tiempo después cuando, todavía aspirando a jugar por puntos, el hermano de una amiga le comentó que en Belgrano de Córdoba había fútbol femenino. Ilusionada y con la certeza de que no iba a pasar toda su vida lejos de la pelota, fue a una prueba para el equipo Pirata y quedó.

“Desde ese día estuve 11 años en el club, en Belgrano aprendí mucho y gané mucho, no solo en lo futbolístico sino también como persona. Soy una agradecida de haber pertenecido al club del que soy hincha”

La carrera de Johana comenzó a agarrar vuelo y por medio de sus representates y una jugadora de Independiente de Avellaneda, llegó al Rojo. Si le contaramos a la pequeña Johana que jugaba a la pelota en Monte Cristo que en un futuro vestiría la casaca del Rey de Copas, probablemente no lo creería.

Su llegada al Rojo fue recién hace tres semanas, con una sonrisa en el rostro y más ganas que nunca el pasado 3 de abril hizo su debút con gol incluído en el triunfo de las Diablitas 2-0 sobre Excursionistas.

“El nivel que tienen las chicas es muy bueno, son la mayoría muy jóvenes. Me siento cómoda y con muchas ganas de aportar para llegar lo más alto posible y ganar muchas cosas”

La montecristense vive en una pensión del club en Bernal con dos chicas más y a pesar de estar hace poquito en el club se siente muy conforme y dispuesta a darlo todo: “Estamos cerca del predio donde entrenamos, así que por suerte todo muy cómodo”.

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