El pasado miércoles inauguramos nuestra nueva sección de automovilismo y ante el inminente retorno de los autos a las pistas en Buenos Aires, hablamos con Sebastián Martino, director deportivo del equipo Puma Energy Honda Racing del Súper TC 2000.
Luego de meses de inactividad y un vaivén de protocolos y esfuerzos por retomar las actividades, finalmente este domingo 13 el autódromo de San Nicolas, Buenos Aires, abre sus puertas para recibir nuevamente a los equipos.
Hace unas semanas, el Gobierno Nacional sacó un Boletín Oficial en donde se aprobó el retorno de las competencias automovilísticas al país y está sujeto a la jurisdicción de cada provincia.
Ante esto, se decidió que las carreras se lleven a cabo en Buenos Aires. Se preguntarán por qué si la mayoría de los equipos son oriundos de la provincia de Córdoba. El caso es que Buenos Aires no exige una cuarentena al viajar interprovincialmente, mientras que Córdoba si lo hace, lo que impediría el movimiento de los equipos.
Además, cada equipo deberá seguir estrictamente los protocolos, que de acuerdo a lo mencionado por Martino, fueron elaborados en base a aquellos que se hicieron en otras categorías internacionales. Estos protocolos exigen “trabajo estilo burbuja, encerrados y sin movimientos, lo que implica que cuando ingresamos al autódromo ya no nos podemos mover de ahí” explica.
“Toda persona que ingrese al autódromo tiene que haber sido testeada previamente” indica Martino
Las categorías se regirán en base al calendario que vienen confeccionando desde hace tiempo con la finalidad de recuperar las fechas perdidas durante el aislamiento. No obstante, este ya ha sufrido modificaciones puesto que varias categorías que deberían haber comenzado, aún no lo han hecho.
“Al momento todas las fechas serían en Buenos Aires porque ni Córdoba ni Santa Fe han autorizado las competencias” menciona al respecto Sebastián. Sin embargo, el COE ha manifestado la probabilidad de que para octubre nuestra provincia ya haya autorizado las carreras.
Son más de 500 las familias que dependen del automovilismo en el país, lo que implica un total de casi 55.000 personas, entre equipos, directivos y corredores. El retorno de este deporte es un alivio para los apasionados por los fierros y también para los trabajadores que dependen plenamente de las carreras.
