En el día a día probablemente no tenemos en cuenta cuánto influyen en nuestra vida los centros y espacios de entrenamiento. Probablemente, si sos una persona que no es muy afín a la actividad física, te pase todavía menos. Pero si salís a correr o prácticas algún deporte conoces la importancia que los gimnasios tienen para la sociedad.
Por eso nos comunicamos con Viviana Carignano, profesional de Educación Física y co-fundadora de Synergia Salud junto con Yuliana Bonetto. Hace unos días Viviana compartió en sus redes un video en el que habla sobre la necesidad de reabrir los gimnasios, no solo por cuestiones económicas sino por la salud física y mental.
En el caso de Synergia Salud, el espacio funciona como un gimnasio y a la vez como un centro de desarrollo integral en torno a la nutrición, kinesiología, pilates y yoga. Abarca una gran cantidad de profesionales y tiene al rededor de 200 clientes.
En este contexto y de acuerdo a lo mencionado por Viviana, las actividades fundamentales son la adaptación funcional de lesiones y, dentro de todo, todo lo que implica la gimnasia adaptada debido a la gran cantidad de pacientes con diferentes patologías. Viviana dejó en claro que muchos de ellos llevan un tratamiento de hace más de tres años y cortarlo de forma abrupta es contraproducente.
“La virtualidad no alcanza, no podemos controlar ciertos parametros que pueden llegar a generarles otro factor de riesgo, a parte de los que ya tienen, a nuestros entrenados” manifestó al respecto la profesional. Es por eso que surge la necesidad de generar protocolos que les permitan un poco más de flexibilidad a la hora de trabajar.
Los centros de entrenamiento son espacios de encuentro en el que los seres humanos nos conectamos gregariamente. En palabras de Carignano, no solo es la cuestión estética que todos conocemos, los gimnasios se presentan como lugares de relajación y cuidado de uno mismo en un nivel que va más allá del aspecto físico.
Es entonces cuando entra en juego, y de manera latenta, la salud mental. Ir a entrenar y volver poco a poco a la “normalidad” es lo que nos devuelve el sentido de nuestras vidas. El ejercicio se convierte en un factor de vital importancia que nos conecta con nosotros mismos y con el otro.