El club Manuel Belgrano comenzó con la práctica de fútbol femenino y se encuentra trabajando a pleno para expandir la iniciativa al resto de la región.
Si bien el fútbol femenino se practica en varias localidades y clubes de la provincia, son pocos los que trabajan para darle el auge necesario.
Según nos comentó el entrenador Diego Riveglio, lo que en un principio comenzó como consultas con el tiempo se fueron convirtiendo en sugerencia del tipo “estaría bueno que comiencen con el fútbol femenino”.
“Un día hubo un encuentro de escuelitas y una nena nos preguntó si podía ir, y fue y estuvo buenísimo. Entonces dijimos ‘che, por qué no hay más nenas acá en la escuelita?’. Y lo otro es que cada vez que comentábamos sobre algún torneo o campeonato, nos preguntaban si había chicas.”
Y así se comenzó con esta actividad, incentivados por las ganas de las interesadas, y se armó el grupo de trabajo para iniciar con las practicas.
Lo más complicado que surgió en ese momento -y que aún lo es- fue el tema del horario, ya que la cancha es usada tanto por los chicos de primera y reserva como por los de las inferiores. Entonces decidieron hacerlo los lunes y viernes a las 20 hs.
Con chicas de 14 años en adelante, provenientes de Santa Rosa, Piquillín, Río Primero y zona, se desarrollaron las primeras prácticas que dejaron muy conforme a los profes por la cantidad de participantes.
“El inicio estuvo muy bueno. En el primer entrenamiento hubo cerca de 30 chicas y en el segundo un poco más de 40, así que muy bien.”
Según Riveglio, queda aún por definir un par de cuestiones, pero se tiene en mente organizar un campeonato de fútbol femenino y por otro lado ver cuándo comienzan infantiles de nenas, que lo más probable es que se sume a la categoría escuelita.
Con entrenamientos “copados”, los profes trabajan a pleno para seguir sumando al club y, sobre todo mantener esta actividad no sólo en Río Primero si no en toda la región a través del despertar del interés y las ganas.
Esto sin dudas nos deja el claro mensaje de que la inclusión del sexo femenino en un deporte, inicialmente creado por y para hombres, depende de las ganas y el interés demostrado por todos los que forman parte del ambiente futbolero, porque el amor por el fútbol no distingue géneros.