En esta foto vamos a conocer a un niño llamado Román, de 11 años, que llevaba consigo un corazón lleno de generosidad y bondad. Además de asistir a la escuela Myriam Hayquel de Andrés, donde cursa 6° grado en el turno de la tarde, Román también es un apasionado por el fútbol.
En el club Manuel Belgrano de Río Primero, Román juega de mediocampista en la categoría preinfantil. Siempre dispuesto a ayudar a sus compañeros tanto en el campo de juego como en las aulas, Román se destaca por su actitud solidaria y su deseo de colaborar en todo momento.
Pero esta imagen en particular captura la esencia de Román. Después de sus prácticas de fútbol, mientras esperaba pacientemente a que su hermano mayor, Renzo, terminara su entrenamiento, Román se sentaba en la orilla de la cancha y sacaba sus deberes escolares. Con dedicación y enfoque, aprovecha ese tiempo para avanzar en sus tareas escolares, demostrando su compromiso tanto con el deporte como con sus responsabilidades escolares.
La historia de Román no se limita a sus estudios y su pasión por el fútbol. También se destaca por su empatía y su actitud de ayuda hacia los demás. Los padres de Román se sienten orgullosos de su hijo. Inculcarle el respeto, la solidaridad y la importancia de los sueños bonitos que surgen del corazón ha dado sus frutos, ya que Román busca reconocimiento a través de su dedicación y esfuerzo.
En el campo de fútbol, Román también muestra su sabiduría. Si alguno de sus compañeros se equivoca o pierde un partido, él les recuerda que no pasa nada, que solo es un juego. Su actitud positiva y su capacidad para levantar el ánimo de los demás son admirables.
La historia de Román nos enseña la importancia de ser amables, generosos y comprometidos tanto en los estudios como en el deporte. Su ejemplo nos enseña que la grandeza no solo se encuentra en los logros individuales, sino en cómo impactamos la vida de los demás con nuestras acciones.
Agradecer a la Fotografía que fue tomada por Miguel Díaz y a los padres de Román que nos dejaron contar esta historia.
