Luego de los Juegos Olímpicos, muchos deportistas que desarrollan su vida profesional en el exterior decidieron pasarse por nuestro país para visitar a la familia y rodearse de sus seres queridos. Ese fue el caso de Leandro Bolmaro, el varillense que recientemente dio el salto a la NBA para jugar en los Minnesota Timberwolves, estuvo de visita en su ciudad natal.
Cuando el club Almafuerte, donde Bolmaro inició su carrera como basquetbolista, se enteró de la noticia, no dudó e inmediatamente comenzaron con los preparativos a fines de hacer algo especial para el ahora jugador olímpico. Desde la Comisión de Básquet entonces se pusieron en marcha.
“Supimos por su familia que él iba a estar regresando a Las Varillas y surgió la idea de desarrollar un acto y un homenaje para él” explicó Joaquín Maggia, prensa del club, en diálogo con Panorama Deportivo
La idea era llevar a cabo el reconocimiento en un partido de la primera de básquet de la institución deportiva. Fue así que este pasado sábado cuando el plantel se enfrentó a Cultural de Arroyito por la quinta fecha del campeonato, el público tuvo la alegría de recibir también al jóven y talentoso Bolmaro.
De esta manera, la entidad deportiva invitó al basquetbolista a las instalaciones del club para “darle el homenaje que merece”. La jornada comenzó con el encuentro de mini básquet a las 19.30 hs, a las 21 fue el homenaje a Leandro y una hora después fue el turno de la Primera.
Desde la institución mandaron a hacer una placa con una frase que fue entregada en pleno acto al jugador. Parte del homenaje fue también inaugurar una de las paredes del club con distintas imagenes de Leandro con la Selección, en sus años en Almafuerte y en los Juegos. Fueron invitadas diversas autoridades de Las Varillas como el intendente, Mauro Daniele, y otras íconos en la vida del jugador como su primer entrenador en las categorías formativas, el señor Pablo Ayala.
“Quisimos hacer un reconocimiento por la trayectoria que tiene en tan pocos años, lo que significa para el deporte local y lo que es para Almafuerte que Leandro haya llegado tan lejos en 4 años”
Si bien el público fue limitado debido a los protocolos a seguir, estaba plagado de pequeños jugadores ansiosos por ver al basquetbolista. Leandro se tomó su tiempo para sacarse una foto con cualquiera que se acercara. Típico del pibe del tricolor, humilde y con amor por su gente.
Cuando Bolmaro ingresó en la institución, la cancha estalló en aplausos y vitoreos por parte de los hinchas ¿Lo mejor de la noche? La mirada plagada de admiración por parte de los más chicos, la inocencia convertida en la dicha total de ver a su ídolo ahí, a tan solo metros de distancia. La jornada culminó con una cena entre el jugador y los dirigentes del club, quienes esperaron con los brazos más que abiertos a que Leandro terminara de tomarse las fotos.
