
El pasado 5 de diciembre se celebró el Día del Ciclista en nuestro país. En diversas localidades de la región diversas agrupaciones y grupos de ciclismo tomaron sus bicis y sus cascos y salieron a festejar.
Pero el recorrido que hizo Facundo Chanes, presidente de Sueños de Vida y profesor de Educación Física, es especial. Facundo agarró su bici, preparó su mochila con agua y lo necesario para un viaje un poco más largo, y salió a cumplir una promesa.
Facundo tenía el 2020 practicamente armado en cuestiones deportivas, todo organizado y pactado, con una preparación física también por detrás. No obstante, la pandemia que tanto no sacó este año le frustró los planes.

Pero tanto el covid-19 junto con el aislamiento social, preventivo y obligatorio lo hizo cuestionarse y repensar un centenar de cosas. Fue allí cuando surgió la promesa.
“Pedimos y tratamos de ponernos en manos del curita (Cura Brochero) para que nos cuide, nos siga cuidando y le hice un par de promesas para que nos siga manteniendo como nos tiene, a toda mi familia y a todos los que están cerca mío” explicó Chanes a Panorama Deportivo
El año deportivo estropeado por la pandemia fue reemplazado por la promesa y toda esa prepración fue puesta en este nuevo objetivo. “Fue duro en lo físico pero estaba bien preprado para hacerlo y gracias al apoyo de mi familia pude lograrlo” manifestó.
Un recorrido más que especial: Nada es imposible si se quiere
Facundo salió a las 6.45 de la mañana desde Villa Santa Rosa con el cielo gris y lluvioso, pero eso no lo detuvo. De ahí fue hasta Villa del Rosario y luego hacia Alta Gracia, allí hicieron la primera parada.
“Administramos bien el tema de la alimentación, cambiamos un poco la muda de ropa y seguimos camino a Cura Brochero ya pensando en otra forma porque ya habíamos hecho 150 km”
En las semanas previas, Chanes había estado haciendo trabajos físicos específicos para mejorar su rendimiento y, en su opinión, se notó el esfuerzo y la preparación: “Llegué muy bien, con el desgaste físico propio de esto pero enterito sin calambres sin nada porque administramos bien todo”.

Toda su familia iba en auto acompañándolo y siguiéndolo en ciertos tramos, como en las Altas Cumbres. Sin embargo, desde Villa Santa Rosa hasta Alta Gracia, Facundo hizo el recorrido solo.
En total, fueron 10 horas de pedaleo: una etapa fue a la mañana y la otra a la tarde, Facundo llegó a destino a la tardecita noche con las piernas cansadas pero con el corazón lleno.
“No es imposible si se quiere y si se planifica, yo creo que eso fue lo meritorio: planificar y armar una promesa que a la larga sirvió” finalizó el ciclista

